El estrés, tanto crónico como puntual, afecta a nuestro estado de salud general y puede tener consecuencias físicas, emocionales o psicológicas. Las manifestaciones físicas del estrés son ampliamente conocidas. Dolor de estómago, aumento del apetito, debilitamiento del sistema inmunitario, aumento de la presión arterial o alteraciones en el sistema nervioso (ansiedad, insomnio, pérdida de memoria, etc.) son algunas de ellas.
La pregunta es: ¿afecta el estrés directamente a nuestra boca y a nuestros dientes? La respuesta es que sí. De hecho, el dolor y (en los casos más extremos) la caída de dientes por estrés es más habitual de lo que creemos.
En este artículo, desde Dr. Silvestre te explicamos cuáles son las consecuencias de apretar los dientes por estrés.
¿Por qué apretar los dientes por estrés es peligroso?
Muchas veces, ante situaciones que nos ponen nerviosos apretamos los dientes. Esta reacción suele ser automática e incontrolada en cualquier momento del día, incluso cuando dormimos.
Al apretar los dientes superiores sobre los dientes inferiores por el estrés los músculos de la cara se tensan, especialmente los que sujetan la articulación mandibular. Las molestias de esta acción continuada se extienden a cuello, espalda, hombros y cabeza, aunque los dientes son los más perjudicados al sufrir una fuerte fricción. Esta forma compulsiva de apretar los dientes se conoce como «bruxismo», un trastorno o parafunción mandibular que desgasta el esmalte dental y que se asocia con fracturas, fisuras y sensibilidad dental.
Pero el bruxismo no es el único problema que puede surgir al apretar los dientes por estrés. El estrés es uno de los factores de riesgo en la aparición de otros problemas en encías y dientes, entre ellos:
- Desgaste del esmalte dental.
- Dolor crónico en la zona.
- Sangrado de las encías.
- Gingivitis.
- Periodontitis. Enfermedad de las encías que provoca la pérdida del tejido que soporta los dientes, y para la que será necesario un tratamiento de periodoncia.
- Trastornos temporomandibulares por uso excesivo de los músculos de la mandíbula.
- Aftas, llagas y herpes bucales como respuesta a la bajada de las defensas del organismo.
- Sequedad bucal. El estrés provoca una disminución de saliva que hace que la boca se deshidrate, lo que provoca sensación de boca seca y mayor riesgo de caries.
¿Se pueden caer los dientes por estrés?
En algunos casos el estrés puede provocar la caída de nuestros dientes. Sin embargo, la relación causa-efecto no es directa sino que, más bien, se trata de un factor más asociado.
El ciclo es el siguiente: el estrés afecta, como hemos visto, a la producción de saliva y a su composición (PH), lo que puede debilitar el esmalte de los dientes. Si además el paciente sufre bruxismo y los dientes están porosos, éstos pueden llegar a caerse o partirse.
¿Cómo sé si estoy apretando demasiado los dientes?
Algunos síntomas que pueden revelarte si aprietas los dientes por estrés son:
- Dolor mandibular, especialmente por la mañana al levantarte.
- Dolor de cabeza y/o oídos (en alrededor del 40% de los casos).
- Mareos y dolor cervical.
- Desgaste dental (si es excesivo tu odontólogo te lo dirá en tus revisiones periódicas).
- Molestias al bostezar.
- Problemas para masticar alimentos duros. No olvides que masticar bien los alimentos repercute positivamente en tu salud bucodental.
- Chasquidos al abrir o al cerrar la boca.
- Cambios repentinos en la mordida.
¿Existe un tratamiento para este problema?
La colocación de una férula de descanso o de descarga es la primera solución para eliminar el bruxismo derivado de apretar los dientes por estrés. Aún así, los tratamientos dependen de cada persona. De hecho, la férula mejora la salud de los dientes pero no soluciona el origen del problema, que muchas veces debe tratarse con la ayuda de un psicólogo.
A nivel físico, el paciente puede realizarse automasajes y ejercicios de fisioterapia dirigidos a fortalecer la articulación temporomandibular.
Otras consejos para evitar las consecuencias del estrés en nuestros dientes son:
- Acudir a las revisiones periódicas con nuestro dentista y realizarse una limpieza dental al menos una vez al año. En estas visitas, debemos comentar con el odontólogo la aparición de síntomas relacionados con el bruxismo.
- Evitar las enfermedades periodontales, ya que se agravan considerablemente por el estrés. Es importante cepillarse los dientes después de cada comida, especialmente por la noche, y adquirir una rutina dental que incluya el uso de seda dental al menos una vez al día. Esto forma parte de las rutinas para cuidar tu salud bucal.
- Mantener una dieta equilibrada mejora la salud general y dental. Alimentos como frutas y verduras mejoran la hidratación de la boca, disminuyen el riesgo de inflamaciones y aportan las vitaminas y proteínas que tu cuerpo necesita.
- Evitar el consumo de té, café, tabaco, vino o Coca-Cola también reduce los efectos del estrés en la boca.
- Evitar situaciones de estrés y practicar alguna técnica de relajación puede ser útil para controlar las situaciones de nervios y ansiedad (ejercicios relajantes, meditación yoga, etc.).
En Dr. Silvestre Rangil realizamos todo tipo de tratamientos para el cuidado integral de tu boca. Si sufres dolor en encías y dientes por estrés y/o nervios, y crees que están afectando a tu salud bucodental, contacta con nosotros.
PIDE CITA